Idóneas para la práctica de deportes acuáticos, tan calmadas que cualquier padre puede relajarse mientras supervisa a sus pequeños, súper concurridas y abarrotadas de servicios de todo tipo… Las playas son el atractivo más destacable en el paraíso turístico preferido por los venezolanos –de hecho, desde tiempos inmemoriales han jugado un papel crucial en que muchas personas se hayan venido a vivir a Margarita–, y aunque la gran cantidad de litorales pueda tener algo de culpa en el hecho de que muchos, desde fuera, solo crean en la existencia de los más populares, la verdad es que por toda la isla se encuentran costas que pese a no ser muy frecuentadas jamás dejan de enamorar a las pocas personas que las conocen y que, en efecto, no quieren que sus ambientes preferidos para tomar el sol se llenen de gente. Playas hay para todo público y el día de hoy continuamos explorando las opciones magníficas para conectar con la soledad y relajarse. Esto es Playa Constanza.
Con un oleaje fuerte y unas hermosas aguas color turquesa, Playa Constanza se encuentra ubicada al Suroeste de Playa Manzanillo, 400 metros bajo el llamado Mirador de Constanza. Es un litoral que recuerda muchísimo al ambiente sereno de Punta Cabo Negro, puesto que el escenario siempre está muy limpio y sus finas arenas están entre las más blancas de toda la isla. El único punto capaz de dividir la opinión general de forma tajante es el hecho de que los servicios son bastante limitados, ya que en todo el lugar solo existe un restaurante que únicamente abre sus puertas en temporada alta –del resto la opción es llevar la comida y los refrigerios–, así como el funcionamiento del alquiler de los toldos. La playa está, en concreto, a unos 2 kilómetros de Playa Manzanillo –en la Avenida Simplicio Rodríguez–.