No es la primera ocasión en que nos trasladamos a las playas que están en la región de Manzanillo o en sus cercanías, pero sí la inicial en donde el litoral pertenece al Norte y está ubicado en un pueblo de pescadores –razón por la cual es muy poco conocido–. Playa Guayacán ofrece un imponente contraste de colores formado por su arena muy blanca y sus aguas color turquesa, además de características muy notables como una gran profundidad que se ve acompañada por un oleaje furioso. Esto, lógicamente, supone una advertencia lo suficientemente pronunciada como para no dejar nadar en solitario a los más pequeños de la casa. La playa posee una extensión de un kilómetro de largo y es conocida entre sus pocos pero fieles adeptos por sus aguas muy frías.
A pesar de los puntos cautelosos, Playa Guayacán es una excelente opción para aquellos que buscan un ambiente íntimo en el que sea posible disfrutar con las amistades más cercanas. Cabe destacar que el escenario no cuenta con servicios más allá de un pequeño restaurante que se encuentra cerrado en temporada baja –y un alquiler de toldos que no abre con una frecuencia definida–, por lo que es obligatorio llevar las provisiones del hogar así como sillas, sombrillas y todo lo necesario para pasar un excelente día de playa.
Para llegar a Playa Guayacán es necesario tomar la vía que va desde Manzanillo a Puerto Cruz –conocida como la Avenida Simplicio Rodríguez–, muy pendientes de llegar a la etapa final para descender por una pendiente que nos llevará a la bahía que está en el pueblo de los pescadores –justo a la salida hay un letrero que nos indicará cruzar hacia la derecha–. Solo así habremos llegado a este paraíso digno de aquellos que jamás se aburren cuando se trata de disfrutar de hermosos atardeceres.